Joyería Sustentable y Artesanal
Joyas con historia y conciencia
Resignificar lo que otros descartan
En nuestro taller artesanal, cada pieza tiene una historia. Y muchas veces, esa historia comienza mucho antes de que la trabajemos con nuestras manos. Algunos de los metales y maderas que usamos ya tuvieron una vida anterior: fueron parte de objetos, herramientas, instrumentos o materiales de la industria. Hoy, vuelven a nacer transformados en joyas únicas, con alma.
Metales reciclados: origen y propósito
En muchas de nuestras piezas —especialmente aquellas trabajadas directamente en metal— utilizamos materiales recuperados como:
- cables de cobre
- tuberías, válvulas y componentes eléctricos
- tuercas, piezas sueltas o fragmentos metálicos de aparatos en desuso
Cuando se trata de piezas fundidas mediante la técnica de cera perdida (como algunas en oricalco, una aleación de cobre, latón, plata y una mínima proporción de níquel), trabajamos con pequeños talleres metalúrgicos que reutilizan sobrantes industriales. Nos informaron que estos materiales provienen de descartes de industrias como la automotriz, eléctrica o de calefacción, aunque no contamos con certificaciones oficiales.
Cada fragmento recuperado representa una elección: trabajar con lo que ya existe, en lugar de extraer nuevos recursos. Es una forma de producir con más respeto, más coherencia y menos impacto.
Maderas con alma
En algunas colecciones, incorporamos maderas nobles recuperadas de talleres de luthería. Lo que allí son descartes —retazos apilados que no alcanzan para fabricar instrumentos musicales—, en nuestro taller encuentran un nuevo propósito.
Seleccionamos cada trocito a mano, respetando su forma, su textura y su historia. Las vetas, las pequeñas imperfecciones, las diferencias entre una pieza y otra no son fallas: son parte de su carácter orgánico y del espíritu artesanal con el que elegimos trabajar.

Slow luxury: tiempo, cuidado y coherencia
Creemos en un lujo que no se mide en brillo, sino en significado. En un diseño que no busca la perfección industrial, sino la belleza que nace del tiempo, del proceso, y de un compromiso real con la materia, el entorno y las personas.
Cada joya que creamos es una obra portátil. Un gesto poético de transformación.
Y también, un pequeño acto de amor hacia lo que nos rodea.